sábado, 6 de julio de 2013

Giacometti en Madrid

Esta semana he visto la Exposición de Giacometti en la Fundación MAPFRE y es espectacular. Qué maravilla que aún queden este tipo de experiencias que son gratuitas.

Impresionante la cantidad y la calidad de las obras, y como no lleva la palabra impresionista...pues se puede entrar tranquilamente sin que haya peligro de colas interminables. Lo mainstream este verano en Madrid es el Reina y su expo de Dalí. Que bien. Así dejan respirar un poco el Paseo...


Lo primero pedirle perdón a Giacometti por esta broma, que fue la chanza de la tarde, ¡lo que nos pudimos reir!. Y es que no parábamos de verlo en esta imagen con carita entre tierno e inocente a la par que perplejo. Vamos, la llama k ase total. Fue el momento intrascendente que creo que el resto de los visitantes no vieron...que raro. Si era taaaaaaaaan obvio...

Pero también vivimos momentos de introspección y valoración meditativa, no os creáis. Había obras sobrecogedoras, gigantes desnudos de toda expresión y floritura. 

Particularmente me parecieron una mezcla genial de las esculturas de las islas cícladas con el misterio de las de la Isla de Pascua...pero con materiales industriales y con un aire confuso muy del siglo XX y sus guerras. Absolutamente fantásticas. 


Las que más me gustaron fueron las escultura de pequeño tamaño, como "El claro" o "El bosque"; esa relación que establece entre hombre y árbol, alargando las figuras que se convierten casi en troncos desnudos, me pareció muy estimulante. Esas figuras tan rectas, sin mirarse, con un triste aislamiento flotando sobre ellas. Desprenden un gran misterio, una incógnita...y también anima a tocarlas, a sentir como se fueron creando. Podría estar mirándolas horas y horas, sobre la mesa de café de mi salón. Eso siempre significa que es una obra importante.




Para los más curiosos deciros que también está "El hombre que camina", subastada en 2010 por el módico precio de 65 millones de libras. Que no se si algo en el mundo puede valer tanto, pero desde luego, vale bastante más que muchos futbolistas... (bueeeeeeeeno, que TODOS los futbolistas, si es que al final me lo hacéis decir).

Estas esculturas de gran tamaño me producían desasosiego por los ojos; tenían un pegote de material y parecía que se los habían sellado, como en una especie de tortura. Si ya son figuras con un aire muy marcado de aislamiento, ciegas además es que es demasiado...seguro que he visto algo así en alguna serie de asesinatos, pero no me acuerdo. Uf, vamos, que da un mal rollo...Too much.


Como siempre, me sorprendí con las Litografías. Suele pasar que estas "obras menores" no las conozcas, y en estas exposiciones siempre son un grato descubrimiento. Me pasó con la de Hopper, solo que allí las estampas me gustaron mucho más que los cuadros...glups!

No sé si ahora que he visto las obras en persona entrarán a formar parte de mi Museo Imaginante. Por ahora, están en cuarentena. En reflexión. Pero desde luego son obras de Arte. Que maravilloso debe ser ese momento en que encuentras tu estilo único y todo cobra sentido...

La exposición está solo hasta el 4 de agosto, así que ¡corred a verla!


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